La ejecución de obras civiles como escolleras, puentes, colectores, etc. en el entorno de cursos fluviales suele requerir de una serie de medidas de prevención y corrección destinadas a minimizar la afección sobre el medio. Así por ejemplo en los últimos años las administraciones competentes ha fomentado la aplicación de medidas de protección sobre la ictiofauna, destacando la realización de traslados de peces con carácter previo al inicio de actividades pescas eléctricas. Para la realización de estos traslados de fauna se utiliza la pesca eléctrica sin muerte en base al procedimiento establecido por la norma española UNE-EN 14011 con título “Calidad del agua. Muestreo de peces con electricidad”.
La pesca eléctrica es un método de captura basado en la aplicación de descargas eléctricas que aturde momentáneamente a los peces situados en las proximidades, facilitando su captura mediante sacaderas. Los individuos se transportan en capazos y de ahí se trasladan a un cubo o contenedor de mayores dimensiones, situado en la orilla, provisto con oxigenadores. Existen diversos aparatos de pesca eléctrica, de gasolina o batería, aunque todos ellos con un mecanismo de funcionamiento similar.
Personal de Biosfera realizando una pesca eléctrica en Asturias.
Las pescas se realizan a lo largo del tramo afectado por las obras, comenzando desde el extremo situado aguas abajo, para avanzar en sentido contrario al de la corriente. De esta forma, resulta más sencillo capturar los ejemplares aturdidos y se minimiza la pérdida de visibilidad del lecho por enturbiamiento.
Periódicamente, dependiendo del número de peces capturados y las condiciones climatológicas del día (temperatura), los peces son trasladados a un punto de suelta en el propio río, determinado por el guarda fluvial presente. Antes de la liberación de ejemplares, se anota en fichas específicas las especies capturadas, su talla y su peso. Como mínimo es recomendable realizar dos pasadas en todo el tramo, para poder trasladar el máximo de ejemplares y obtener tasas de eficiencia y capturabilidad aceptables.
Pesaje de un ejemplar capturado mediante una báscula digital.
Como todo método de captura, la pesca eléctrica presenta limitaciones técnicas, siendo poco efectivo en ríos profundos y embalses, donde son necesarias embarcaciones y un mayor esfuerzo de captura; y además conlleva un riesgo para los peces, bien por la aplicación de una descarga eléctrica excesiva, bien por unas malas condiciones de manteamiento en los contenedores (excesiva temperatura del agua, falta de oxígeno, concentración de elementos nitrogenados, etc.). En BIOSFERA llevamos muchos años optimizando estas técnicas y sabemos que los técnicos encargados de realizar el trabajo deben contar con experiencia suficiente para garantizar tasa de mortalidad nulas o mínimas.
La realización de pescas eléctricas es una metodología igualmente válida para realizar estudios poblacionales piscícolas, o para la realización de descastes de especies alóctonas invasoras como el siluro, el lucio, la carpa, o muchos peces de acuario. Además permite el estudio de otros grupos presentes en el medio acuático como anfibios o reptiles.
Puedes ver algunos más medidas preventivas en la sección de Ingeniería Ambiental y Obra Civil , así como otros trabajos relacionados con la Fauna.
Real decreto 1628/2011, listado y catálogo de especies exóticas invasoras.
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