Son especies exóticas o alóctonas aquellas que han sido introducidas fuera de su área de distribución y dispersión natural. Esta introducción se produce principalmente por causas antrópicas, ya sea de forma voluntaria (p.ej. plantas para jardines privados, animales para estanques, comercio de animales exóticos) o involuntariamente (p. ej. semillas en la ropa al regresar de un viaje, en buques dedicados al comercio internacional). En contraposición, las especies nativas o autóctonas son aquellas que se encuentran dentro de su área de distribución y dispersión natural. (BOE-A-2013-8565).
Rana perezi (especie autóctona)
A priori, las especies exóticas no suponen un problema para la biodiversidad nativa ni para los ecosistemas autóctonos, ya que por sí mismas no son capaces de desplazar a las especies autóctonas. Sin embargo, sí son una gran amenaza las especies que además de ser exóticas presentan una gran capacidad invasora.
Son especies exóticas invasoras aquellas que se introducen o establecen en un ecosistema o hábitat natural o seminatural y que suponen una amenaza para la biodiversidad nativa, ya sea por su comportamiento invasor, o por el riesgo de contaminación genética (BOE-A-2013-8565). La desaparición de las especies autóctonas a causa de especies exóticas invasoras no solo puede producirse por eliminación directa de las especies nativas, sino que puede deberse a una modificación de las características del hábitat, haciendo imposible la supervivencia de las especies nativas.
Percasol (Lepomis gibbosus)
Por todo esto, las especies exóticas invasoras son uno de los grandes problemas de la conservación de la biodiversidad en la actualidad, siendo una de las principales causas de la pérdida de la diversidad biológica nativa. Además, en algunos casos se trata de especies que pueden portar y transmitir enfermedades a los humanos. Una vez se ha tomado conciencia del problema al que nos enfrentamos, debemos tomar medidas para evitar su introducción, o en caso de que ya están introducidas, no facilitar su expansión. Por otro lado, debemos contribuir a su erradicación.
En primer lugar, debemos prevenir su expansión así como la introducción en zonas donde no está presente. Para ello, en Biosfera tenemos protocolos específicos para evitar el traslado involuntario de especies invasoras de una zona a otra mediante limpieza, desinfección y secado de todos los materiales utilizados durante los trabajos. De esta forma evitamos el riesgo de propagar no solo especies invasoras como la almeja asiática (Corbicula fluminea) o el alga Didymosphenia geminata sino también elementos infecciosos, como el hongo que provoca la quitridiomicosis en los anfibios (Batrachochytrium dendrobatidis).
Trabajos de desinfección y limpieza del material
En segundo lugar, de acuerdo al Real Decreto 630/2013 (BOE-A-2013-8565), todas aquellas especies incluídas en el catálogo de especies exóticas invasoras que sean retiradas de la naturaleza por cualquier procedimiento durante los trabajos que se realizan, no pueden ser devueltas al medio natural. Por ese motivo si durante la realización de cualquiera de nuestros trabajos (como en el caso de los traslados de ictiofauna) nos aparecen ejemplares de especies exóticas invasoras, deben ser sacrificados aunque no sea el objetivo principal.
Además, en Biosfera se ha trabajado en varios proyectos específicos de erradicación de especies exóticas invasoras como en el caso de las «Actuaciones de mejora medioambiental en el Monumento Natural de la charca de Zeluán y la ensenada de Lloredo», la «Eliminación de plantas invasoras en las playas de Frexulfe y Peñarronda», o el «Estudio y Diagnóstico de la Invasión del Plumero de la Pampa en Asturias»
Plumero de la Pampa
Ensayo de técnica de eliminación de Vinca difformis en la playa de Peñarronda (Asturias)
Por último, en todos nuestros Documentos Ambientales y Estudios de Impacto Ambiental incluímos muestreos específicos de campo y apartados de especies animales y vegetales alóctonas invasoras, así como una propuesta para su eliminación. Asímismo se contemplan revegetaciones, de forma que se evite que las obras civiles sean un vía de invasión (medida preventiva) y también se mejore el entorno natural existente (medida compensatoria)